Una pintoresca casa rural en Ciutadella, Menorca, se erige como un encantador refugio en medio de la belleza natural de la isla. Rodeada de ondulantes colinas y fragante vegetación mediterránea, la casa desprende un encanto rústico que complementa su tranquilo entorno. La arquitectura tradicional, con muros de piedra, tejas de terracota y contraventanas de madera, se integra armoniosamente en el paisaje.